viernes, 3 de septiembre de 2010

La moral (primera parte)

LA MORAL

El Bien y el Mal.

Creemos que existe el bien y el mal, y que el ser humano a semejaza de Dios, tiene capacidad para distinguirlos

El humano fue creado por Dios conforme a su semejanza Gn 1.26 y una de esas semejanzas consiste en tener la capacidad de distinguir o hacer diferencia entre el bien y el mal Ro 2.14-16; Dios conoce el bien y el mal Gn 3.22; al caer el hombre en desobediencia, Dios asegura que la especie humana es como Él, así esa herencia pasa a todos los humanos Ro5.22, igual como pasa el pecado a todo ser humano, de esa misma forma también la capacidad de conocer el bien y el mal; dicho de otra forma Dios escribió en la genética humana (corazón) las normas que determinan lo bueno y lo malo; de ahí que exista lo que se ha llamado conciencia, que es lo que acusa o defiende la conducta o proceder de todo ser humano, por eso tenemos la capacidad de distinguir y de decidir si hacemos lo bueno o lo malo Gn 19.9. Lo que también nos lleva a afirmar que sí existe el bien y el mal como forma de conducta que todo ser humano lleva dentro de sí Lv 10.10-11; entonces Dios nos capacita con esta cualidad, Dios quiere que vivamos con esta capacidad, Él es quien nos determina la moral en la cual nos conducimos y nosotros tenemos la capacidad para decidir cual camino tomar, por lo cual somos responsable s de nuestros actos.

Creemos que algo es considerado buen o malo en función de la voluntad divina, aunque momentáneamente sea incomprensible o inexplicable para los humanos.

Como se acento anteriormente Dios quiere que los seres humanos vivamos bajo la moral, es decir conociendo el bien y el mal, y sólo Dios nos determina lo que es bueno (con resultados gratos) y lo que es malo (con resultados trágicos), es decir lo que es bueno para Dios lo es para nosotros y lo que es malo para Dios lo es para nosotros; en 1Jn. 3.4 afirma que sí hacemos lo contrario a la ley (normas de conducta) cometemos pecado o lo que es lo mismo nos alejamos de la moral que Dios nos da Gn 3.24; la acción de Dios al sacar a Adán y Eva del Edén, simboliza la distancia que se crea entre Dios y el humano que no quiere seguir los mandamientos que Él nos da. Siempre han existido formas de pensamientos humanos en cuanto a la moral y muchos han fallado al asentar que cada persona o sociedad determina su propia moral y esto casi siempre se debe a que muchas de las leyes de Dios son incomprensibles para los humanos, incluso a veces para nosotros, pero en el único ser en quien podemos confiar para permitir que conduzca nuestra vida es Dios Jr 17.5 Él es quien sabe lo bueno y lo mejor para nosotros. En su amor Dios, sabe que lo que determina para nosotros es muy bueno, tanto en el presente como para el futuro.

Creemos que los hijos de Dios vivimos moralmente, nunca inmoral o amoralmente.

Dios nos muestra las normas de conducta, su ley, esa es nuestra forma de vida, 1Pe 1.14-16, Lv 11.44 Dios nos enseña como vivir con su moral LV 11.47, así que expresada por Dios (su ley) nos apegamos a ella, esto es vivir moralmente; hacer lo contrario seria vivir en inmoralidad es decir, tener en poco la moral de Dios y hasta afrentarnos de ella; aunque hay gente que igual no le importa lo malo ni bueno y hacen lo que sus impulsos le piden, sin tener remordimientos o gratificación por su conducta, eso es vivir amoralmente, no tener en cuenta ninguna forma de moral por conducta; es importante vivir con la moral de Dios ya que siempre nuestra forma de conducta va a traernos consecuencias.

Creemos que el juicio final estará basado en esta moral.

No hay excusa que pueda el ser humano expresar, para defenderse de la sentencia a que Dios determine para sí mismos; Dios expreso su moral (ley) y ya sea que prestemos oídos para acatarla o que la neguemos o que incluso no la hayamos escuchado. Como vimos anteriormente la ley esta en el corazón de todo ser humano y es en base a esa ley que será juzgado todo individuo Ro 2.12 si no conocemos moriremos, si la conocemos seremos juzgado en base a esa ley, 2Co 5.10, si nos conducimos bien, Dios nos dará la recompensa, sí nos conducimos mal Dios nos dará el justo pago a la maldad, nadie recibirá algo equivocado. Por lo cual se hace necesario conocer a fondo esa moral.

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